Reseña #2: Vacas, cerdos, guerras y brujas

Sinopsis:

El propósito de esta original y sorprendente obra de Marvin Harris es dar respuesta a una serie de curiosos enigmas: ¿Por qué un tabú religioso prohíbe a judíos y musulmanes comer carne de cerdo? ¿Cuál es el motivo de que los hindúes adoren a las vacas? ¿Por qué surgen los movimientos mesiánicos? ¿Cómo interpretar el machismo o la belicosidad de ciertas culturas? La estrategia del investigador consiste, en este caso, en descubrir las causas materiales que se ocultan tras la aparente irracionalidad de los estilos de vida de las diversas formaciones culturales.

Autor: Marvin Harris.

Título: Vacas, cerdos, guerras y brujas.

Editorial: Alianza.

Colección: Bolsillo.

Páginas: 296.

ISBN: 978-84-206-7439-1.

Formatos: Tapa blanda.
Precio: 11,95 €.

En esta obra Marvin Harris, famoso e imprescindible autor de antropología, básicamente se dedica a desmontar o más bien desmitificar ciertos enigmas culturales que persisten en su carácter inescrutable, puesto que nuestro estado mental usual ya es una conciencia completamente mistificada, apoyandose con fuentes y estudios que podemos comprobar y consultar e incluso para profundizar sobre los temas que más nos hayan interesado. Los capítulos son los siguientes: La madre vaca, donde trata el carácter sagrado hindú a las vacas; Porcofilia y porcofobia, donde trata el tabú del cerdo por los judíos y musulmanes, a la par de que para otras religiones o poblaciones procesan deleite y adoración por estos animales; La guerra primitiva, donde trata la causa de la guerra; El macho salvaje, donde trata las jerarquías sexuales con la supremacía del varón; El potlatch, donde trata la competitividad por el estatus; El cargo fantasma, donde trata la espera de barcos o aviones que traen antepasados y cargo; Mesías, donde trata la creencia de la llegada de un salvador; El secreto del Príncipe de la Paz, donde trata la tradición del mesianismo militar judío; Escobas y aquelarres, donde trata el significado práctico de las brujas; y La gran locura de las brujas, donde trata los brotes de fervor por las brujas.

Debemos destacar que el orden lineal de los capítulos es importante, pues su explicación de las brujas depende de la explicación de los mesías, y esta de la explicación de los "grandes hombres", que a su vez depende de la explicación del sexismo, la cual depende de la explicación del amor a los cerdos, que a su vez depende de la explicación del aborrecimiento de los cerdos, que a su vez depende de la explicación del amor a las vacas; es decir, están entrelazados entre sí.

Desde mi perspectiva, es un libro básico que no puede faltar en las estanterías de los que estén interesados en este tema, si bien tengo que destacar los capítulos de la madre vaca, el potlatch y escobas y aquelarres, pues son los que más han atrapado mi atención y aportado una visión totalmente diferente sobre estos temas, también tengo que decir que el cargo fantasma no lo veo conveniente en esta obra como un tema entero a tratar sino como un comentario a añadir que se le hubiese sacado más provecho o lógica en un libro independiente ya que deja bastantes espacios en el aire sin más aclaraciones, además, me causa cierto recelo el secreto del Príncipe de la Paz. En definitiva, sigue siendo un hecho que es un libro altamente recomendado.

Ahora, me gustaría añadir un par de citas que me han hecho "pensar y reflexionar" con este libro:

Nada hay en la naturaleza tan completamente diferente como dos conjuntos de juicios de expertos.
La vida humana no es simplemente azarosa o caprichosa.
La ignorancia, el miedo y el conflicto son los elementos básicos de la conciencia cotidiana. El arte y la política elaboran con estos elementos básicos de la conciencia colectiva cuya función es impedir que la gente comprenda lo que es su vida social.
El nivel de vida superior que poseen las naciones industrializadas no es consecuencia de una mayor eficiencia productiva, sino de un aumento muy fuerte en la cantidad de energía disponible por persona.
Los propios beligerantes rara vez captan las causas y consecuencias sistemáticas de sus batallas, y suelen explicar la guerra describiendo los sentimientos y motivaciones personales que experimentaran inmediatamente antes del desencadenamiento de las hostilidades.
Hay dos estrategias clásicas que utilizan las sociedades para hacer a la gente cruel. Una es estimular la crueldad ofreciendo alimentos, confort y salud corporal como recompensa a las personalidades más crueles. La otra consiste en otorgarles los mayores privilegios y recompensas sexuales.
Para ver realmente la reciprocidad en acción hay que vivir en una sociedad igualitaria que carece de dinero y en la que nada se puede comprar o vender.
Los nativos aprendieron el "respeto" y colaboraron en su propia explotación.
Las doctrinas que impiden a la gente comprender las causas de su existencia social poseen gran valor social.
La situación exige que nos preguntemos no por qué estaban los inquisidores obsesionados con destruir la brujería, sino más bien por qué estaban tan obsesionados con crearla.